Otro plato completo y sabroso, además de fácil de hacer. A mi siempre me ha gustado hacer este tipo de pasteles salados, que sirven como primer plato. Yo en casa lo he hecho un par de veces y la verdad es que es una forma sencilla de que los peques se tomen alguna verdura, todos sabemos que lo verde muchas veces les produce rechazo. Algo de la huerta y un toque de sabor del mar.
Lo que necesitais: (4 personas)
- 500 grs de espinacas
- 250 grs de gambas o langostinos pelados
- Ajo en polvo
- Aceite de oliva
- Dos cucharadas de mantequilla
- 800 grs de patatas
- Un vaso Leche entera
- Un huevo
Podeis usar espinacas y gambas o langostinos congelados. Descongelas las gambas y las espinacas. Escaldar las espinacas en agua hirviendo un par de minutos. Escurrirlas muy bien y sazonarlas. En una sartén poner un chorro de aceite de oliva y rehogamos las espinacas y añadimos el ajo en polvo. Cuando estén cocinadas cortarlas en trocitos.
En la sartén saltear las gambas con aceite de oliva, sal y ajo en polvo.
Hervir las patatas en agua salada. Escurrir y añadir la leche y la mantequilla. Pasar las patatas por el pasapuré o por la batidora hasta conseguir un puré fino pero no líquido.
Precalentar el horno a 180º. En un molde para horno poner un chorrito de aceite para engrasar. Verter las espinacas bien troceadas, a continuación poner las gambas o langostinos y por último el puré de patatas.
Batir un huevo y repartirlo sobre el puré. Meter en el horno durante 25 minutos a 180º. debe quedar gratinado.
¡¡A la mesa!!
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