La frescura de los huevos es algo fundamental para evitar cualquier tipo de intoxicación peligrosa, sobre todo en los meses de verano. Aquí os dejo un truco para comprobar si un huevo es fresco o no.
Cuando vayamos a la compra en el supermercado sabremos si un huevo es fresco o no fresco dependiendo del aspecto de la cáscara. Si la cáscara aparece nacarada, lisa y brillante estará en buen estado, además cuando lo agites no debe producir ruido.
Si estás en casa y quieres comprobar la frescura de los huevos, el truco más científico es sumergirlos en un bol con una solución de agua y sal al 12%. Es decir, por 1 litro de agua se agregarán 125 gramos de sal. Si el huevo sumergido cae hacia el fondo del bol, se trata de un huevo del día, si se mantiene en equilibrio en el centro del bol, tiene 2 o 3 días, si flota en el agua en posición vertical, el huevo tendrá más de 4 días. Si flota en posición horizontal el huevo tiene más de 15 días.
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