Esta receta es propia y el acompañamiento es fruto de algún que otro experimento, al final el resultado riquísimo la combinación de la carne con las verduras siempre da buen resultado. ¡¡A probarla!!
Lo que necesitas: (4 personas)
250 grs de carne picada de ternera
250 grs de carne picada de cerdo
Sal
Pan rallado
2 rebanadas de pan de molde
1/2 vaso de leche
2 huevos
Aceite de oliva
Ingredientes para la salsa:
1 paquete de verduras troceadas para pisto
ó 1/2 calabacín
1 cebolla pequeña
1 zanahoria pequeña
1 pimiento verde pequeño
1 pimiento rojo pequeño
Aceite de oliva
sal
1/2 cucharadita de pimentón dulce o agridulce
Un chorrito de vino blanco
2 Cucharadas soperas de nata
Así lo hago yo:
Salar la carne y espolvorear con el perejil bien picado. En un bol ponemos la leche y el pan de molde para que se empape bien y con la ayuda de un tenedor lo aplastamos hasta conseguir una pasta.
Batimos un huevo y lo incorporamos a esa pasta. La pasta la añadimos a la carne y con la ayuda de las manos las mezclamos bien para que quede bien ligada con la carne. Vamos haciendo las bolitas de las albóndigas y las rebozamos en pan rallado, mientras calentamos el aceite en una sartén y las vamos friendo hasta que estén doraditas. A medida que se fríen las retiramos y las reservamos en una fuente.
Para la salsa yo siempre uso una de esas bolsitas que encontramos en el supermercado con las verduras troceadas para hacer un pisto o una guarnición. Si quereis también podeis preparar vosotros en casa las verduras troceándolas. En una sartén ponemos el aceite y calentamos. Incorporamos las verduras y salamos al gusto, vamos removiendo poco a poco para que no se peguen, añadiños el pimentón, removemos de nuevo y las dejamos que se cocinen lentamente. A los 5 minutos incorporamos el vino blanco, removemos y dejamos que se sigan cocinando a fuego medio durante 15 minutos más, removiendo de vez en cuando.
Cuando ya están blandas y pochadas las retiramos del fuego y las pasamos a un bol.
Trituramos con la ayuda de una batidora y añadimos la nata para conseguir una salsa suave y menos pastosa.
Servimos las albóndigas calientes con la salsa de pisto y podemos acompañarlas con un puré de patata casero bien rico. ¡¡Buen provecho!!